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La magia de la asertividad elegante y cómo conseguirla

Asertividad

Obtén más control y confianza en tu vida. En este artículo descubrirás como.

NEV Coaching &Consulting

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Publicado el lunes, 02 de diciembre de 2019 a las 14:46

La asertividad es una habilidad fundamental para todos nosotros que tiene un enorme impacto en casi todas las áreas de nuestras vidas. Pero hay muy poca literatura, por no mencionar formación, en esta area tan fundamental. Especialmente a medida que envejecemos y el respeto de nuestros derechos, límites y necesidades se vuelve tan crítico para nuestra felicidad y éxito en general.

 

En esta publicación compartimos algunas estrategias sobre cómo potenciar tu propia naturaleza asertiva, con facilidad, elegancia y autenticidad para garantizar que no caiga en la agresión.

 

¿Qué es la asertividad?

 

La definimos como «la mentalidad y las habilidades que te permiten defender con éxito tus derechos, necesidades y deseos, respetando los de los demás».

 

Ten en cuenta que la escala típica emocional para la mayoría de las personas es: pasividad en un extremo y agresión en el otro.

 

La pasividad, en este caso, es la «falta de reconocimiento, toma de decisiones o acciones para reconocer y manifestar lo que tiene sentido para ti». Estas pueden ser circunstancias en torno a tus propios derechos y necesidades o las de otros a los que tu eliges representar o defender. Cuando ignoramos repetidamente nuestras necesidades, nos quedamos callados, sucumbimos o nos rendimos, probablemente estamos actuando desde un lugar de pasividad. Digo «repetidamente» porque no todas las batallas valen la pena o deberían pelearse. Pero si estás tan a menudo inactivo, en lugar de proactivo, por algo que es realmente importante para ti, es probable que haya pasividad en juego.

 

La agresión, por otro lado, la definimos como «una mentalidad y acciones que intentan conseguir lo que quieres pero a costa de faltarle el respeto a los demás o sus situaciones». Esto puede mostrarse en acciones y formas de ser dominantes, abusivas, demasiado emocionales, defensivas o de algún modo conflictivas. Esto no significa que cada reacción emocional o firme sea agresiva. De ningún modo. A veces, de hecho, se requiere una gran emoción y rigor para transmitir el mensaje y conseguir avances. Pero cuando deriva en acciones que son directamente ofensivas o dominantes, generalmente significa que la agresión está en juego.

 

La mayoría de nosotros, por falta de conocimiento y formación, tendemos a deslizarnos a lo largo de la escala de pasividad-agresión, causando mucha frustración y dolor, a nosotros mismos y a los demás. Nos tragamos repetidamente lo que sentimos que hay que decir y hacer y luego cuando la frustración aumenta a un nivel aparentemente intolerable, explotamos en momentos de agresión.

 

Pero esto no tiene porque continuar de esta manera. Las prácticas clave que describiremos a continuación te permitirán cambiar tu forma de pensar, sentir y actuar, de modo que tus necesidades se satisfagan antes y con mayor éxito y se eviten por completo los momentos explosivos.

 

Debes saber que al principio, como cualquier aprendizaje nuevo, puede ser incómodo e incluso resultar en reacciones excesivas. Esto es completamente normal. Pero seguir adelante te dará los resultados que deseas, tal como hemos aprendido de la experiencia personal y profesional con tantos clientes, colaboradores y seres queridos.

 

Entonces, ¿cómo empezar?

 

1) Familiarízate mejor contigo mismo.

Tu eres el comienzo de cualquier maniobra asertiva, por lo que el primer factor de éxito es saber con que certeza comprendes tus propias creencias, pensamientos, motivos y emociones. Esta es también el área central de la Inteligencia Emocional. Sin esto, es imposible comprender realmente lo que nos está impulsando en cualquier momento y por lo tanto, la forma más efectiva de responder y actuar. Acostúmbrate a preguntarte: «¿Qué estoy pensando?», «¿Qué estoy sintiendo?», «¿Qué estoy creyendo / temiendo / esperando con lo que está pasando?» Cuanto más detallada y honesta sea tu reflexión, más información te dará sobre cómo proceder de la mejor manera posible.

 

2) Tómate un momento para considerar al otro.

En cualquier situación potencial de asertividad, siempre hay un «otro». Alguien con quien tienes que tratar, de una forma u otra, para satisfacer tus derechos, necesidades o deseos. Pero el éxito de esto depende de considerar la posición y la situación de la otra persona, aunque puede ser difícil, para garantizar los mejores resultados.  «¿Cuáles son sus motivos / expectativas?» «¿Qué es lo que QUIEREN de ti, en realidad (a veces no es tan malo como piensas)?» «¿Cuál es la mejor manera de tratar a esta persona y esta situación para obtener lo que quiero sin pisarlos? ”. Simplemente tomarse unos minutos de estar en la piel del otro (incluso si no quieres) puede darte una idea sobre la mejor manera de avanzar, mientras se preserva el respeto mutuo.

 

3) ¿Qué gano / pierdo haciéndole frente?

A menudo tenemos tanto miedo de causar conflictos y «drama» que puedes SENTIR que es más fácil permanecer pasivo, no decir ni hacer nada. Pero eso también se debe a que a menudo esperamos los peores resultados posibles, tal vez porque no sabemos cómo diseñar una «solución WIN-WIN o de medio camino». Otras veces, hemos tenido momentos difíciles en el pasado con esta persona o institución y eso puede ser suficiente para mantenernos callados y enconados. Pero una señal de verdadera sabiduría y madurez es buscar en el área gris formas de obtener algo de alivio y resolución. En cualquier situación potencialmente asertiva, pregúntate honestamente “¿Qué estoy ganando al retroceder?” Y también “¿Qué ganaría / podría ganar al hacerle frente?” “¿Cuáles son los costos a corto y largo plazo de cualquiera de las opciones?” Y piensa profundamente y en detalle, aunque solo sea por 15 minutos. No te alejes ni te precipites. Este momento para pensar realmente, sobre tu impacto y del otro, te ayudará mucho.

 

4) La comunicación es prácticamente TODO.

A menudo comentamos con nuestros clientes, «rara vez ES lo que dices, con mayor frecuencia es CÓMO lo dices, lo que marca la diferencia». Sí, a veces este no es el caso, pero aquí lo estamos analizando de modo general. E incluso en aquellos en los que el mensaje central es muy difícil, la FORMA en que lo entregas (lenguaje, tono, gestos, actitud no verbal, situación, etc.) es realmente clave para obtener el mejor resultado. Consulta nuestros blogs de Comunicación para más información o descarga nuestra fantástica herramienta gratuita del Lienzo de Comunicación.

 

5) Piensa a largo plazo.

Nuestra evasión de los momentos difíciles a menudo se debe al hecho de que simplemente no queremos enfrentar el desafío potencial por temor a conflictos, reputación, reacciones emocionales, vergüenza y malestar. Y a veces, realmente NO es el momento. Pero pregúntate honestamente: «Si permanezco pasivo y eventualmente me pongo agresivo O me reafirmo amablemente y respetuosamente en este momento, ¿cómo afectará a mi futuro y mi relación con esta persona (si es que existe) Si honestamente te das cuenta de que esta será una batalla continua, entonces es mejor hacer algo antes de que sea demasiado grande y potencialmente insoluble. Cuando se convierte en lo último, las relaciones casi nunca sobreviven. Y eso puede ser un costo mucho mayor que intentar resolver las cosas cuando todo está menos cargado y complicado. Es tu decisión, pero intenta resistir la tentación de dejarlo ir indefinidamente.

 

6) Explora la MEJOR MANERA de reafirmarte.

Algunas personas te dirán que una conversación directa siempre es la mejor, pero a veces no es verdad. Realmente depende de tu relación, las posibles implicaciones sociales, diversas personalidades, etc.

Una conversación bien planificada puede ser especialmente efectiva. Pero si una situación es tal que la confrontación personal directa, por respetuosa que sea, puede causar demasiada ansiedad para ti o para ellos, entonces hay otra serie de opciones para transmitir mejor tu mensaje. Sin embargo, ten en cuenta que necesitarás diseñarlo con el mismo cuidado que cualquier conversación.

Tal vez sea una carta / correo electrónico, un video, un gesto, una presentación, etc. Pero si sigues nuestras mejores prácticas en el Lienzo de Comunicación, también te ayudará a resolver esto. Solo debes tener en cuenta que si tu método de entrega no permite un diálogo inmediato, debes tener mucho cuidado de que la forma en que se redacta y entrega lo tenga en cuenta.

 

Estos son algunos puntos de partida, aunque hay muchas otras cosas que puedes considerar e intentar. Lee nuestro artículo original sobre el tema para más información «Cómo la asertividad puede transformar tu vida»

Y no dudes en contactarnos con tus preguntas y comentarios.

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