Meridiana Estudio, cómo la tecnología les permite trabajar a nivel global

Ya hemos hablado en muchas ocasiones cómo la tecnología ya no debemos tratarla como una “disciplina” aparte, sino que es algo que impregna nuestro día a día, nuestra forma de trabajar, nuestras relaciones con el entorno… y en esta entrevista precisamente vamos a tratar este tema, cómo la tecnología nos puede permitir desarrollar proyectos globales, colaborando con profesionales de cualquier parte del planeta y mejorar el binomio trabajo/empresa-vida personal.

Vamos a conocer un ejemplo de cómo las tecnologías de la información y comunicación (TICS) nos pueden ayudar a organizar y realizar nuestro trabajo a distancia con el uso de diferentes herramientas, y conectarnos con otras personas que pueden estar a miles de kilómetros de distancia.

Entrevistamos a Sandra Brunori y Verónica Fabregat, de Meridiana Estudio.

Antes de entrar en materia contarnos...¿quiénes sois? ¿que hacéis?

Somos Meridiana Estudio, un estudio pequeñito de diseño, gráfico y comunicación para empresas, y trabajamos con todo lo relacionado con la comunicación de una empresa, desde una marca o identidad corporativa hasta comunicación vía internet, catálogos, rotulación…

¿Cómo nos podemos organizar para que el tiempo nos cunda el máximo posible?

Creemos que hacer bien el trabajo no es cumplir las 8 horas en el puesto de trabajo, sino que los valores residen en trabajar bien, en los resultados y en cumplir con los objetivos, y eso lo puedes hacer desde tu puesto de trabajo, pero lo puedes hacer también optimizando tu tiempo en tu casa, viajando…siempre teniendo en cuenta cuáles son las obligaciones y las responsabilidades que tienes. También creemos que este modelo cada vez se utiliza más, sobretodo en el norte de Europa muchas empresas lo aplican y realmente ellos creen que los resultados son mucho mejores, porque beneficia a la empresa pero también beneficia al trabajador ya que está mucho más satisfecho y mucho más contento con su trabajo.

¿Qué herramientas utilizáis para compaginar mejor la vida personal y la profesional?

Lo primero que se necesita es querer hacerlo y tener la responsabilidad del trabajo propio. Y entrando en lo que son las herramientas que se necesitan, destacamos que las que nosotras utilizamos están al alcance de cualquiera, son herramientas tan sencillas como por ejemplo un disco duro donde puedas llevar tu trabajo allá donde vayas. También herramientas como Skype, que se puede relacionar con el ocio pero, en nuestro caso por ejemplo, sirve para tener conferencias con clientes o proveedores que están fuera en el extranjero o también para, a través de la opción compartir pantalla, hacer una videoconferencia con el cliente y que pueda visualizar en tiempo real resultados o propuestas. Otros sistemas son discos duros virtuales o FTPS, o sistemas de envío de archivos de gran peso como Wetransfer u otros. Dropbox, por ejemplo, también nos ha ayudado mucho a compaginar proveedor, cliente y diseñador que están en diferentes partes, poder realizar un envío inmediato de archivos. En general, son pequeñas herramientas al alcance de cualquiera.

Puede ser que haya personas que consideren que esta forma de trabajar puede llegar a aislarte. ¿Qué opináis al respecto?

Bueno, la realidad es que siempre necesitas un contacto, pese a que te puedas organizar y trabajar desde casa o desde cualquier otro lugar, siempre necesitas un contacto, siempre es necesaria un reunión y contacto directo con la gente, entonces no te llegas a aislar. A parte te permite tener más tiempo para ti, por tanto de una manera te aíslas, pero de otra recuperas mucho más tu vida personal.

Podemos considerar esencial el compromiso personal de cada uno con sus obligaciones para poder trabajar de esta manera, ¿no?

Claro, sin ese compromiso es imposible que haya un buen resultado, pero si lo tienes y tienes además confianza en tu equipo, realmente funciona y tienes muchísima menos presión porque sabes que cada uno está asumiendo sus responsabilidades. Por tanto, si en un momento dado quiero hacer una actividad, practicar un deporte, ir a ver a mi sobrina al teatro o lo que sea, puedo hacerlo porque sé que en cualquier momento, da igual que sea fin de semana, noche o tarde, voy a coger ese trabajo y lo voy a realizar, e incluso me puede venir mejor porque también mi proveedor en ese momento está más disponible. Entonces, en general es mucho más interesante.

¿Suele costar dar el paso de cambio hacia esta nueva forma de trabajo?

Si, es un tema de cambiar el chip. A lo mejor en nuestro caso somos una empresa muy pequeñita y es fácil, entiendo que para una gran empresa, que empresario y trabajadores cambien el chip hasta ese punto es mucho más complicado.

¿Qué barreras aún quedan por superar y que herramientas se pueden ir mejorando?

Tanto empresas como clientes nos tenemos que familiarizar cada vez más con esas herramientas y utilizarlas con mucha más soltura. Creo que si las utilizamos correctamente y no dejamos que de alguna manera nos arrastren, son muy interesantes y las podemos utilizar en nuestro beneficio.

¿Alguna anécdota curiosa que os ha ocurrido con esta forma de trabajo?

Una vez tuvimos un trabajo muy apretado de tiempo, era para la señalización histórica del casco histórico de Peñíscola. Teníamos que resolverlo en dos días y eran un montón de paneles informativos, yo tenía un viaje cerrado y estaba en Madrid, Sandra estaba en Castellón, el cliente estaba en Peñíscola y el proveedor estaba en Barcelona, entonces todos a golpe de teléfono, de emails y grandes envíos de archivos solucionamos en dos días el trabajo sin estar realmente ninguno al lado del otro. Casi nos volvemos locas.